sábado, 4 de junio de 2022

17

Veo
La tristeza de un vaso lleno
Dieciséis pies que se arrastran 
Al ritmo de una caja que tiembla de sordera
Palabras que no existirán hasta la mirada de medusa
Dónde habrá ritmo por martillo y cajón
Veo, entonces
Vasos que dejan ver  hielos
Dedos marcados por la sed
El dibujo de los codos en todos los mesones
La insoportable sensación de que el fin se acerca
Aunque sea a horas, días años o vidas prestadas.
Ver un ángel que no era.

Vi un ángel hace algunas noches
Creí haber visto un animal
Caminó lentamente hacia mí laurasia
Pensé que iba a susurrarme
Desapareció con el hambre y la borrachera.

Me dejó prestado al mundo, a la calma insoportable
De saber que el fin se acerca
Aunque sea a horas, minutos, segundos o suspiros
Ahí lo vi, roto y majestuoso
Con las plumas cochinas y los ojos rojos
Con las uñas negras y los dientes amarillos
Incoherente, insoportable
Con el fin en la vaina
Sin segundos, horas o días
Insoportable
Sin préstamos calmos
Sin animales ni dedos marcados
Solo un ángel
Que desapareció como el vapor del té tibio

Veo
Sílabas incoherentes
Dedos marcados por plumas
Préstamos de piedras grabadas 
Esperando un cuerpo que tapar